Muchas son las empresas que
fabrican señuelos de pesca actualmente, de ellas gran parte tienen un
considerable éxito, lo cual ha conllevado a creencias de que tales y cuales
marcas son mejores y en consecuencia los modelos producidos por estas fábricas
tienen mejores prestaciones que otros de menor o igual valor, pero de diferente
procedencia.
Esto puede ser tema para un
debate muy amplio entre defensores y detractores de las muchas marcas de
fabricantes y sus modelos de señuelos de pesca. La intención de estas líneas no
es tal, por lo cual voy a describir, basado en entrevistas, conversaciones,
lecturas, videos y pruebas en campo, “que hace bueno a un señuelo”
independientemente de su marca, color y forma.
AFIRMACIONES ERRADAS
Se ha hecho parte de las
conversaciones entre pescadores que la marca del señuelo garantiza la pesca, además
del tamaño y otros temas inherentes a su fabricación, material y nado, eso
sucede mucho entre los nuevos pescadores. La realidad es otra, aunque por
supuesto la mejor calidad de los materiales empleados en la fabricación de los
diferentes señuelos garantiza, no la pesca propiamente, si en cambio la
durabilidad de los mismos.
No obstante, si bien es verdad
que algunos nuevos y modernos modelos ofrecen un considerable rendimiento, no
podemos olvidar las virtudes que esconden los viejos y clásicos que nos han
acompañado desde hace años. Y es que ambas concepciones, viejos y modernos
señuelos, han sido diseñados para encarar distintas situaciones de pesca, de
ahí que no se pueda proclamar abiertamente que una prevalecerá siempre sobre otro.
NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO!
El precio de un señuelo induce a
pensar que su nivel de efectividad transcurre a la par del desembolso
efectuado, pero eso no siempre es así. En muchos nuevos y costosos artificiales
sus componentes dejan mucho que desear, en algunos casos sus malos acabados, anzuelos
que pierden el filo antes de que finalice la primera pesca, o baberos que rajan
con mucha facilidad, son algunos de los defectos que padecen esos señuelos, que
tan cara venden su piel y, que sin embargo muestran sus defectos apenas son estrenados.
En principio, podemos pensar que con
la calidad y diseño de los señuelos basta para hacer picar al pez, pero en
realidad es el propio pescador quien se encarga de incrementar la capacidad
letal de estos. Por eso a menudo el secreto del éxito radica más en el espíritu
que se pone de manifiesto que en el material que se emplea.
Otra circunstancia que hace que
un señuelo se pueda imponer radica en el modo en que éste es recuperado, pues a
veces la recogida y la animación pausada pueden llegar a ser claves. Por tal
motivo, apacigüen los cobros veloces de línea, pues si bien a veces la captura
tiene lugar debido a una acción refleja del cazador, determinados artificiales
están concebidos para desplegar un contoneo mortífero a bajas revoluciones.
REINCORPORANDO A LOS VIEJOS GUERREROS
Muchas veces, bien sea por mero
capricho o por comentarios escuchados de otros pescadores, nos llenamos de
nuevos señuelos dejando por fuera a aquellos que han cumplido cabalmente su
cometido y que erróneamente son relegados al fondo de nuestra caja de pesca, olvidándonos
inclusive que están allí.
Por eso es conveniente tener
criterio propio, olvidar prejuicios carentes de sentido y darle uso a la multitud
de desheredados que guardan en las cajas de pesca, pues a menudo, esos señuelos
que tan bonitas líneas presentan, van diseñados para pescar los pescadores y no
al pez.
De hecho, tengan en cuenta que
mientras nadan, los depredadores no se detienen a deleitarse con ese sugerente
brillo pegado a la agalla, o bien a comprobar embobado el exquisito efecto
escama que se extiende a lo largo del lomo. El pez caza por instinto y será por
instinto que atacara a esa silueta en forma de pez que nada cerca de él y que
le llama la atención como alimento al alcance de un corto y veloz nado persecutorio.
DARLE AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR!
Para terminar este tema, aunque corto
espero de luces a la hora de elegir un señuelo, quiero decirles a todos los
compañeros pescadores que la mejor medida para determinar la efectividad de un
señuelo no solo radica en su forma, tipo de nado, color y aditamentos como
propelas y sonajeros, la mejor manera de determinar qué tan bueno es un señuelo
es llevándolo a castear y aplicar las técnicas adecuadas de recuperación que
sabemos son efectivas según el señuelo utilizado. Ningún señuelo pesca por si
solo! Ningún pescador es efectivo sin un buen señuelo! La suma de ambos es lo
que nos dará buenos piques y capturas gloriosas.
Sean precavidos en la calidad de fabricación,
en la calidad de los anzuelos y sobre todo en que cada señuelo que adquiramos sea
adecuado para el tipo de pesca que realizamos y el entorno en el cual lo
usaremos.
El hecho de que un señuelo no nos
resulte a nosotros no significa que es malo o no sirve para tal o cual técnica.
Denle su merecido reconocimiento a los señuelos cuando la falla se deba a otros
factores, un buen señuelo es definitivamente aquel que elaborado
profesionalmente realiza la labor para la cual fue diseñado y manufacturado.