En
esto de la pesca no existen normas fijas, pero no está de más conocer qué
posibilidades existen para tener éxito. Tanto el tamaño como el color del pez
artificial son aspectos muy importantes a la hora de elegir el señuelo.
Como
norma general, si pescamos en aguas claras o en días muy soleados los colores
que más se acercan a la realidad serán los más apropiados. Por el contrario, si
pescamos en escenarios con aguas tomadas o pescamos a mayor profundidad,
usaremos colores mucho más llamativos, como pueden ser el naranja, plateado, el
amarillo y blanco, por ejemplo. Cuando los peces presentan poca actividad o nos
encontremos pescando en lugares con mucha presión de pesca usaremos colores
reales y señuelos más bien de tamaño pequeño. Con días nublados, colores
oscuros como el negro funcionan bien.
Respecto
al tamaño, seguir el curso de la naturaleza será lo más lógico, puesto que
raramente un predador atacará un artificial voluminoso, usaremos artificiales
pequeños e iremos aumentando el tamaño según sea necesario. Otra recomendación
es fijarse en el entorno y observar el tamaño y tipo de los peces pequeños del
lugar que son las presas de los peces más grandes. Yo uso una trampa para peces
y así determino los colores de los peces pequeños y puedo saber que artificial
es el más parecido y darle uso.
En
lugares con mucha presión de pesca o cuando los peces presentan poca actividad,
será de lo más efectivo usar artificiales de pequeño tamaño, puesto que muchos
predadores no se molestarán en gastar energías en perseguir metas poco
factibles. Sin embargo, si se trata de un pequeño bocadito, sencillo de atrapar,
no se lo pensarán.
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